Año con año el deseo por mejorar nos impulsa a prometer que ahora si todo va a cambiar, que en esta oportunidad si habremos de poner todo nuestro empeño y entusiasmo para reducir medidas a nuestro cuerpo y bajar de peso, que nuestra economía realmente va a cambiar y será más estable por qué seremos frugales y que nuestra fuerza de voluntad nos llevará hasta donde queremos llegar, sin embargo, cuando llega el momento de hacer todo lo que requiere el compromiso para mejorar, nuestros propios defectos de carácter son más fuertes que nuestra voluntad y todo eso que planeamos para desarrollarnos y crecer se viene abajo en los primeros meses del año…
Obligarse a uno mismo a hacer lo que conviene aunque no nos guste, se llama disciplina y a cada pequeña disciplina le corresponden recompensas múltiples; es importante reconocer que una resolución, es decir, la promesa que se hace uno hacia si mismo de no fallarse, requiere de pequeños esfuerzos bien cimentados en el pensamiento un día a la vez; debemos admitir que para cambiar las circunstancias, las cosas y a las personas debemos aceptarlas tal y como son, por que no van a cambiar, uno mismo es quien tiene que cambiar de filosofía, de actitud y de acciones para que los resultados se acerquen lo más posible a lo que uno desea para este nuevo año 2024; les deseo paz, amor y buena voluntad…